Tiempos de Seudo Fe

 A medida que los avances modernos en todos los campos van aumentando, se ha ido ganando privilegio de manera escalonada a determinadas comodidades que habría sido difícil imaginar se pudieran alcanzar.

 

Así hoy podemos comunicarnos en cuestión de segundos con personas que están en posiciones geográficas distantes, es decir al otro lado del mundo, o en otro país o continente y no podemos ocultar tampoco la velocidad asombrosa con la que se ha respondido a eventos masivos como covid 19, con los avances en tecnología móvil, en tecnología satelital, en medicina, física etc. Esta tecnología ha hecho la vida más fácil, menos esforzada. Ya no necesitas salir de tu casa para comprar algún producto, lo haces online y ni siquiera tienes que manejar dinero.

 

Las grandes empresas comercializadoras de alimentos han encontrado la mina de oro en la modificación genética, pudiendo producir alimento en contra de las leyes de la naturaleza y en grandes cantidades. El hombre siempre quiere romper las normas. Pero al común de la gente lo único que le importa es llenar la barriga, la calidad del alimento pasa a segundo plano.

 

La información fluye como en el escape o salida de agua de una tubería de desagüe, porque desafortunadamente no toda la información es buena, Y es que la mente de las personas está llena de lo que la tecnología ha producido, y con la tecnología ha abundado la desinformación.

 

Es sencillo reproducir vídeo en la palma de la mano solo con un celular, o crearlo con el mismo aparato. Ya no necesitas equipos de grandes proporciones para verlos como lo fueron los betamax o los VHS, ni tampoco necesitas de un estudio de producción de cine o televisión para producir tus vídeos o películas.

 

Es de admirar la habilidad que tienen los creadores de contenido 3D para simular la realidad de cosas, automóviles, edificios y hasta territorios completos son diseñados con programas gráficos, las últimas películas tiene su mayor componente de vestimenta y escenario en creados con programas de edición gráfica. Llegando a reproducir con las mas absoluta fidelidad los más mínimos detalles de ciudades desaparecidas o el funcionamiento interior de motores de vehículos etc.

 

Si se busca información sobre viajes a marte podemos ver imágenes y vídeos de robots caminando sobre la superficie del planeta rojo, y si se encuentra una publicación sobre algún nuevo descubrimiento en una revista de renombre o se sabe que los autores de ese descubrimiento pertenecen a una institución de renombre entonces no queda duda que lo que han hecho es cierto.

Nadie se detiene a pensar por un momento si será verídico o no aquello que hablan. Todo lo creen si decir una palabra. Más cuando se trata de temas bíblicos todo es dudoso, todo es tenebroso, nada es claro, todo es limitante, todo es prohibición, todo es malo. Pero si se habla de lo que astrónomos por medio de telescopios lograron descubrir o si se habla de un nuevo avance en medicina, todos piensan es asombroso. 

 

Es asombroso pensar que para hablar a muchas personas sobre el evangelio, se deben reunir miles de argumentos científicos. Y así se hace para poder explicar y facilitar que entiendan.

 

 

Pero es aterrador pensar que existen personas dentro de la iglesia y de todas las iglesias que dudan lo que la Biblia enseña. Que se dejan encantar por las primeras palabras que oyen y que no se toman el tiempo de leer o de verificar lo que se les está diciendo.

 

Ya no basta simplemente el explicar, exponer. Para poder convencer hay que tener pruebas.

 

Por esto mucha publicaciones de iglesias recurren a la exposición de temas bíblicos apoyados con datos científicos de actualidad. Pero se está llegando al extremo de subyugar los temas bíblicos a la explicación producida por los nuevos avances y descubrimientos científicos. Volviéndose una camisa de fuerza que desfigura la fe que debería tener el creyente. Se ha llegado al extremo de sustentar y justificar la biblia con todos los avances modernos dejando de lado todas y cada una de las palabras contenidas en la misma biblia que se están cumpliendo a diario y ante los ojos de todo el mundo.

 

Lo peor es que esto no es suficiente para saciar las mentes ávidas de explicaciones diferentes a las que la Biblia da y que en la mayoría de los casos están más adecuadas al estilo de vida que se vive en Estos últimos tiempos.

 

Así por ejemplo el tema del Maná o el bastón de Moisés que se convierte en serpiente. El cruce sobre el mar muerto, la multiplicación de los peces y muchos otros temas parecidos.

 

Con razón pregunta nuestro señor si habrá fe en la tierra cuando él regrese.

 

Y es que cada día se encuentra uno con creyentes que creen en Dios, pero tienen dudas sobre su existencia, es paradójico lo sé; muchos creyentes

 

Cuando se le pregunta a un creyente si cree en Dios y responde que sí, está bien, se encuentra en la obligación de creer lo que afirma, es decir debe ser coherente, más sin embargo, si éste creyente afirma tener más de 50 años en determinada denominación y no obstante cuando habla sobre en quién deposita su confianza cuando se trata de su estado de salud y afirma que confía más en medicina alternativa, productos homeopáticos y su práctica acompañante de pensamiento positivo y buenas energías para recuperar la salud. Entonces uno debe replantear la idea que nos hemos formado de él cuando se autodenomina como "creyente".

 

En este punto solo queda preguntar que opina este creyente acerca de la obra hecha por Dios con el profeta Elías a quien un ángel le dio alimento que le dio fuerza para caminar durante 40 días y 40 noches. O qué opina sobre la sanación que se menciona fue realizada por varios profetas y hasta por nuestro mismo Señor Jesús, y da respuestas vagas: "como eso paso hace mucho, o eso no lo podemos probar." Entonces no queda duda que ya no existe ni fe ni confianza.

Y sin duda debemos volver a leer el pasaje donde nuestro Señor Jesús pregunta: ¿hallará fe en la tierra?